
"Total, que llegó el momento de probarla y con ella llevo ya los suficientes días como para decir que teneos una buenísima relación: te abraza de verdad, o sea, cuando te tumbas, no notas el típico hueco que se queda por algún lado y deja pasar una rendija de frío. La manta y tú sois una y eso está muy bien."

"Un estudio realizado por la revista científica Science Daily concluye que las mantas pesadas contribuyen a reducir el insomnio. A partir de una muestra de 120 adultos (68% mujeres, 32% hombres), el estudio concluye los participantes que usaran la manta pesada durante un año tenían hasta 50% más de probabilidad de reducir su insomnio que el grupo de control que no la estaba probando."
"Así, podríamos decir que el efecto es similar al que ejerce una persona que te abraza para calmarte. Y es que, los abrazos y los achuchones han demostrado ser una forma efectiva para reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y subir los de oxitocina. Y por eso también están muy de moda las almohadas para abrazar, por ejemplo."
"A la pregunta, ¿pero son cómodas? Lo son y no es difícil ni cuesta acostumbrarse al peso sobre el cuerpo. Obviamente la libertad de movimientos bajo una manta Blanky no es la misma que bajo una sábana o un nórdico, pero ahí está el secreto, el placer y el adormecimiento. Dos películas a mediodía, dos siestas de infarto. La manta funciona, palabra. Lo de doblarla con agilidad y en un segundito es otra historia"